OSTEOPATÍA OBSTÉTRICA

La osteopatía es una medicina natural y complementaria a la medicina alopática. Mediante manipulaciones suaves conducimos al cuerpo a un estado saludable. Muchas veces esas manipulaciones son mal entendidas ya que sólo se conocen las técnicas de alta velocidad (High Velocity Technique) mal conocidas como “Crecks”. Esta sólo es una técnica de las muchas que practicamos. Muy efectiva para corregir lesiones estructurales pero a la vez muy limitante. En el día a día en la consulta, me encuentro con profesionales de la medicina que creen que sólo practicamos este tipo de manipulaciones y por eso nos confunden con quiroprácticos.

Me parece de vital importancia aclarar este concepto,  pues muchas veces esos conceptos mal entendidos dan lugar a malas interpretaciones. El miedo de ciertos médicos a que mediante esta técnica podamos empeorar el cuadro de un paciente, hace que desaconsejen nuestro tratamiento.

Aclarado esto, me gustaría hacer una breve introducción al mundo de la osteopatía obstétrica.

Su principal objetivo es la prevención pero también la curación de las posibles secuelas después del parto. Durante el embarazo la madre sufre un sinfín de cambios físicos y neuroendocrinos. El momento cumbre de estos cambios se producirá en el parto.

Estos cambios físicos pueden dar problemas a nivel cardiorrespiratorio afectando a su capacidad pulmonar, digestivos (malas digestiones, reflujo) y urogenitales (problemas sexuales, incontinencia urinaria.)

La osteopatía puede ayudar a corregir esas lesiones o adaptaciones que ha podido hacer la columna debido al cambio de curvas durante el embarazo, bloqueos pélvicos durante el parto, cicatrices post episiotomía que pueden crear adherencias que afecten al aparato urogenital dando problemas en las relaciones sexuales o la conocida incontinencia urinaria.

Muchas veces esos músculos del periné no siguen una reeducación post parto. Muchas madres no detectan el problema hasta el segundo embarazo y entonces se hace mucho más complicado reeducar la zona.  Esto se consigue mediante el trabajo vía interna que nos permite acceder a las estructuras que conforman el diafragma pélvico y liberar esas tensiones, musculares, faciales y nerviosas que podamos encontrar en la zona mediante manipulaciones suaves. También es recomendable consultar con el osteópata cuando hay problemas en la lactancia, dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad. Muchas veces se trata de problemas mecánicos. Bloqueos a nivel del sistema neurovegetativo que mediante la osteopatía se pueden mejorar. Liberando las zonas de paso de esos nervios a través de los correspondientes forámenes craneales, así como su paso por diferentes estructuras.

Cada parto es una historia con unas consecuencias de mayor o menor trascendencia en el cuerpo de la futura madre. Teniendo en cuenta que la gran mayoría debe incorporarse al trabajo posteriormente, debería hacerlo en las mejores condiciones. Sólo intentamos llevar al cuerpo a una condición óptima para que esa madre pueda desarrollar las tareas que hacía antes del parto. Se trata de una puesta a punto de los diferentes sistemas, siempre mediante la terapia manual. Allí donde hay un bloqueo nosotros lo liberamos.

Recomendamos que después del parto los bebés también se beneficien de la osteopatía. Ya se sabe que durante el parto sufrirá los primeros traumatismos de su vida. Si ha necesitado de fórceps o ventosas para salir, brazos luxados, clavículas rotas. Una visita de revisión nos permite verificar las tensiones que se puedan encontrar y corregirlas de forma prematura.

Como la osteopatía es una medicina principalmente preventiva, suelo visitar a mis pacientes al menos 1 vez en cada trimestre del embarazo, para acompañar a su cuerpo y adaptarlo a los cambios que va a sufrir. En muchas ocasiones esto nos facilita el trabajo del parto.

También es interesante saber su posición en el vientre de la madre. Si ha habido presión de la pelvis de la madre sobre el cráneo del bebe, vueltas de cordón, si se presenta de nalgas o tiene los brazos en posiciones poco habituales. Toda esta información nos sirve para mejorar mediante técnicas craneales diferentes problemas.

Plagiocefálias, torticolis congénita, regurgitaciones, cólicos, problemas de sueño, irritabilidad, llanto inconsolable. Durante las sesiones el terapeuta realiza ligeras presiones en los diferentes huesos del cráneo, membranas craneales, vísceras, pelvis, extremidades etc. Éstas son mínimas y totalmente inocuas para el pequeño.  A veces el llanto del bebe durante las sesiones nos indica cierto disconfort. Él bebe a diferencia del adulto sólo dispone del llanto para expresar su malestar.

Mi trabajo en Francia me permite creer que el trabajo en equipo es posible y fundamental para el bien del paciente. En mi opinión en España hace falta más comunicación entre profesionales, respetando las competencias de cada uno y como único objetivo común, la salud del paciente.

El objetivo de éste escrito es intentar aclarar falsas creencias sobre la osteopatía por una falta de divulgación por nuestra parte.

Gracias por dedicar éste tiempo a conocer nuestra profesión.

Quedo a su entera disposición para cualquier consulta.

 

Pilar Correas Gamboa

Fisioterapeuta y Osteópata

Nº de colegiado: 5443